Marta Veganzones, directora de Expansión de ActionCare: “Nuestra microfranquicia no es un riesgo por la mínima inversión que supone y es una apuesta segura”

Tras desarrollar su carrera profesional en Madrid dentro del ámbito de los Recursos Humanos, la vallisoletana Marta Veganzones se introdujo hace unos años en el mundo de las franquicias y hoy es la directora de Expansión de ActionCare, un proyecto de la Fundación Alares del que le sedujo su modelo de negocio y su vertiente social. Centrado en la venta de productos de asistencia familiar, pretende dar empleo a emprendedores a través de la microfranquicia.

¿Por qué han decidido apostar por la microfranquicia desde ActionCare?

Tener una nómina todos los meses empieza a ser un lujo, pues cada vez se contrata a más autónomos. La mentalidad de seguridad al respecto que teníamos hasta ahora empieza a verse tocada. Queda la opción de invertir, pero, ¿dónde y cómo? Sobre todo, cuando no se cuenta con experiencia en gestión empresarial. Hay miedo… Y es ahí donde el modelo de las franquicias tiene su espacio ya que me dan, entre otras cosas, un conocimiento que no tengo. Existe una central con diferentes departamentos que me ayudan, un producto demostrado, orientación en el día a día, en la contratación de personal… de un negocio que ya está probado. El problema son los costes de abrir una. Lo normal es que sea una inversión importante por el local, la publicidad… En un momento en el que los bancos han restringido mucho el crédito. Es un quiero y no puedo. Por eso es por lo que hemos puesto en marcha ActionCare dentro de un proyecto de la Fundación Alares para grupos de riesgo ya que uno de los mayores ahora mismo es el de desempleados. Ofrecemos una microfranquicia con el mismo respaldo que una franquicia pero una inversión de 3.000 euros. Un dinero que sí se puede obtener porque además nosotros lo financiamos gracias a acuerdos con entidades bancarias y que reduce mucho el riesgo, por la cantidad, con una opción real de trabajo.


¿Qué proceso hay que seguir?

Contactar con nosotros y recibir una explicación, casi siempre de forma presencial, del modelo de negocio para conocernos. No existe ningún requerimiento más de pagos mensuales, que suele encarecer mucho a las franquicias, salvo 70 euros por los servicios. No se precisa local. Pretendemos que los franquiciados trabajen en su entorno y con organizaciones sociales porque a alguien que llega sin más a tu puerta a ofrecerte productos de asistencia familiar es muy difícil que le cuentes tus necesidades, si existen. En cambio, dar charlas en asociaciones y ayuntamientos para ver cómo podemos ayudar en su día a día con nuestros productos a la población nos convence mucho más.

¿Cuáles son esos productos?

Tenemos dos paquetes: de protección familiar y de protección total. Para todo tipo de familias, ya que consiste en un localizador conectado a un servicio de emergencias para dar tranquilidad a los padres cuando salen los jóvenes; en selección de personal para servicios que van desde el cuidado de niños hasta el de ancianos, pasando por ayuda en la casa. Nos comprometemos a desplazar a una persona donde se necesite, en cualquier punto de España, ya sea para unas horas, unos días o unos meses… Tenemos también un servicio de telefarmacia destinado a las personas que no pueden salir a buscar un medicamento. Acudimos a por la receta y se lo llevamos. Y también la llamada segunda opinión ante un diagnóstico médico, así como consultas a profesionales: abogados, psicólogos, nutricionistas, informáticos… que están a disposición de las familias.
La protección total, que se contrata mucho para personas mayores, añade a todo lo anterior un seguimiento diario de las personas, a las que se coloca una pulsera y un localizador si salen. Es una forma de alargar la presencia de los ancianos en sus casas y no ir a residencias. La cuota del paquete de protección familiar son 20 euros al mes. En cuanto al servicio de contratación lo que ofrecemos es la selección y una rebaja sobre los honorarios del empleado. En este campo compites mucho con la economía sumergida y es algo a tener en cuenta. La protección total son 29 euros al mes. Los servicios cubren a los cónyuges, los hijos menores de 30 años, los padres y los suegros.

¿Qué es lo más utilizado?

Las consultas a profesionales. Los mayores llaman mucho a médicos y psicólogos, aunque sólo sea por tranquilizarse o por tener compañía. Cuando se habla de asistencia la mente se nos va hacia los mayores y no es así para nada. Aunque cueste entenderlo, se necesita mucha más asistencia en la vida diaria de cualquiera porque hay muchas cosas que quitan tiempo y esfuerzo que no pueden dejar de hacerse.

Mencionaba la economía sumergida que existe en el sector…

Es algo que va a seguir existiendo porque falla la mentalidad en España en este aspecto. Pensamos que eso nos abarata servicios caros o inalcanzables y cuando se percibe lo que se puede tener por una cuota de 20 euros al mes… Hay que educarse en la asistencia y el grupo al que pertenece ActionCare, Alares, ha propuesto que estos servicios sean deducibles, como en otros países de Europa.

¿Hacia qué modelo de negocio quiere tender la empresa?

La microfranquicia como tal no se estaba dando en España. El dinero fluía y los microcréditos no hacían falta porque en vez de 3.000 euros el banco nos prestaba 30.000, que era entonces lo que se pedía. Pero ahora hay que devolverlo y no dan más, así que hemos puesto en marcha un proyecto que no es un riesgo por la mínima inversión. Además, a la hora de apostar por un negocio es fundamental que tu producto se necesite y ahora las familias pueden ahorrar en muchas cosas pero no pueden elegir ser mayores o tener necesidades diarias, de ahí el interés de este modelo, por las dos circunstancias. Pero es que también hemos optado por la Master Franquicia: el franquiciado tendrá la oportunidad de captar a otros posibles franquiciados y cobrará por ello, no sólo por los clientes que haga.

¿Qué perfil de profesional se interesa más por ActionCare?

Dos. En primer lugar, el parado, al cual normalmente hay que financiar los 3.000 euros y, en segundo, personas que ya conocen el mundo social o se mueven en la esfera de la asistencia porque son conscientes de esas necesidades y valoran nuestros precios y servicios.

¿Con qué objetivos abordan los próximos meses?

Hasta ahora, las beneficiarias de los servicios de Grupo Alares han sido las grandes empresas y no se estaba llegando a otros segmentos. En este caso, al máximo posible de hogares y de familias a través de los franquiciados. De ahí el sistema por el que hemos optado. La estructura de todo esto es muy cara. En cualquier lugar de España se puede necesitar mañana a un profesional y eso sólo lo garantizamos nosotros. Tenemos, eso sí, acuerdos con empresas de seguros que incluyen nuestros servicios entre los que proporcionan ellas. Por cada franquiciado se gana muy poco, pero no se puede pedir más en este momento y ganaremos cuando tengamos mucho volumen, cuando muchas familias paguen esos 20 euros al mes.

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