Entrevista a Juliana Arango Pargo, franquiciada de Cay Ville

Soy una mujer muy positiva y de cara al futuro, viendo cómo se está desarrollando mi negocio, pienso en ampliarlo.

¿Qué le llevó a iniciar su actividad como franquiciada?

Yo era funcionaria, trabajaba en el hospital de Palma de Mallorca y estaba cansada. Mi sueño siempre había sido ser empresaria y tener mi propio negocio enfocado al mundo de la moda. Tomé la decisión de dejar mi trabajo en tiempos de crisis, no mucha gente se lo planteaba en aquellos momentos ya que era un riesgo enorme, pero fui valiente y decidí cumplir mi sueño.


¿Por qué eligió esta franquicia?

Estuve mirando muchas franquicias y encontré Cay Ville a través de páginas dedicadas al sector. Contacté con la directora de la franquicia Ana Herrero telefónicamente y me desplacé hasta Madrid en octubre de 2013 para ver la central de franquicias. En el momento en el que entré en la central se hizo realidad la tienda que había imaginado. La estructura de la tienda y la ropa eran tal y como deseaba. El gusto exquisito de la directora y su excelente atención fueron el empujón que necesitaba para decidirme por esta franquicia.


¿Cumple sus expectativas de negocio?

Sin duda el negocio cumple mis expectativas. Inauguré la tienda el 1 de diciembre de 2013 y desde ese momento no ha dejado de crecer. Un negocio va poco a poco y no siempre es fácil, pero lo importante es creer en él y en uno mismo. En el tiempo que ha transcurrido he tenido que ampliar módulos en la tienda y hacer mayores pedidos ya que mi clientela no deja de aumentar.


¿Qué atención recibe de la central, antes y después de la firma del contrato?

La atención ha sido siempre excelente, tengo un gran apoyo por parte del equipo de la franquicia y estoy muy satisfecha. La central respalda y se implica en mi negocio. Tengo la tranquilidad de formar parte de un grupo estable y en crecimiento constante.


¿Cómo ve su negocio de cara al futuro?

Soy una mujer muy positiva y de cara al futuro, viendo cómo se está desarrollando mi negocio, pienso en ampliarlo. En el momento en el que pueda me gustaría trasladarme a un local más grande y a una zona más céntrica. Cuento con una clientela fija de edades comprendidas entre 15 y 70 años, que acuden a mi tienda habitualmente para ver qué novedades he recibido. Desde un primer momento la aceptación de la tienda y el género fue total y sé que podré agrandar mi negocio en un futuro, espero, no demasiado lejano.

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