Mayo de 2017. Adentrarse en el mundo de las franquicias conlleva identificar desde el primer instante cuáles son las oportunidades y amenazas que presenta el mercado. Como cualquier negocio u opción laboral, convertirse en franquiciado de una marca supone una inversión económica importante y hay que tomar la decisión idónea. Si un emprendedor o inversor quiere apostar con mayor seguridad por un proyecto que le apasiona, es fundamental tener cuenta recomendaciones para alcanzar el éxito y optar por la enseña que más se adapte al perfil del franquiciado.  

La primera de ellas es conocer el sector o modelo de negocio y, por supuesto,  la franquicia elegida. Antes de invertir, es esencial que el emprendedor consiga recabar toda la información posible sobre las franquicias en general y su sistema de trabajo, así como información relevante sobre la marca concreta que le interesa. Un buen análisis permitirá distinguir cuál es la compañía que mejor “En esta última etapa se ha producido una recuperación de sectores que han sufrido duramente la crisis, como el inmobiliario o el de administración de fincas, mientras que otros subsectores de actividades con gran peso en la franquicia también están creciendo, como moda y hostelería, en este caso comida rápida y cervecerías”, explica al respecto el presidente de la AEF, Xavier Vallhonrat.

En cuanto a la forma de búsqueda de información sobre franquicias, Internet se consolida como la principal vía para la primera toma de contacto con la empresa. Según un informe de Topfranquicias.es, más del 40 por ciento de las consultas se realizan a través del teléfono móvil y cada vez se presta más atención a las franquicias low cost y de autoempleo.

Otro de los factores imprescindibles es analizar el proyecto. El emprendedor o inversor deberá investigar cuáles son las motivaciones de la empresa y las razones que le han llevado a expandirse a través del modelo de franquicias. Esta es la base fundamental de un proyecto. La clave reside en la confianza en el modelo de expansión. Este mismo análisis debe aplicarlo el futuro franquiciado a sí mismo, es decir, realizar un autoanálisis personal. El franquiciado potencial debe plantearse si es válido y si realmente está preparado para afrontar este tipo de proyecto. Debe conocer cuáles son realmente sus cualidades y defectos y cómo afectarían al desarrollo de la franquicia.

Las ferias profesionales constituyen en sí mismas una oportunidad para conocer estos proyectos. Expofranquicia es un ejemplo de ello. Su amplitud, capaz de convocar a más de 15.000 visitantes cada año, reúne numerosas propuestas de negocio en un ámbito multisectorial, con presencia tanto de empresas consolidadas como de nuevos y enérgicos actores en más de 20 sectores.

Junto con la propia investigación que lleve a cabo el franquiciado, la central de la enseña también debe informar de cómo funciona su sistema de gestión con los asociados. En muchos casos lo que desea una marca es una rápida expansión; esto lleva a la franquicia a definirse como un modelo de negocio de alto rendimiento, pero con poco esfuerzo. ¡Ojo! Los potenciales franquiciados deben mostrar desconfianza ante planteamientos como este. La franquicia proporciona herramientas y sistemas de trabajo que harán de su proyecto un negocio de éxito, pero siempre con esfuerzo, trabajo y dedicación.

Una vez estén aclarados estos puntos, es necesario abordar el área jurídica o contractual. Los contratos y cláusulas no suelen ser flexibles en estos casos, aunque siempre se pueden negociar.  Si una marca se muestra demasiado flexible, es recomendable analizar mejor el proyecto, ya que esto puede provocar problemas posteriores. En cualquier caso es recomendable estudiar con detenimiento el contrato y todos sus apartados. También se debe consultar y solicitar a la central los cálculos detallados con los que realizan las previsiones de rentabilidad y amortización. Es importante ser cauteloso cuando los plazos determinados por los mismos son inferiores a un año.

Para tener una visión más global, el posible franquiciado no debe olvidar hablar o preguntar a los actuales franquiciados de la marca. Es esencial conocer la experiencia de otros. De su experiencia se pueden adquirir conocimientos y extraer conclusiones de sus errores. Estos testimonios pueden modificar o reafirmar la decisión final. A través de sus palabras y de las ventajas  o beneficios que ofrece la marca, el posible asociado debe conocer si esta ofrece un knowhow o conocimiento claro y definido. También conocer cuáles son las herramientas y sistemas de apoyo ya que un programa especializado de formación y apoyo ayudará a consolidar el éxito del franquiciado.

Elementos como la ubicación geográfica se suman al listado de recomendaciones que hay que tener en cuenta antes de escoger una franquicia en la que confiar una nueva aventura empresarial. Tanto es así que factores como ese pueden determinar de forma fulminante el éxito o fracaso de proyecto. Una mala ubicación del local puede llevar al cierre a un proyecto con cartas ganadoras. En este sentido, el franquiciador es el que debe guiar en el proceso de selección y posterior elección de la ubicación geográfica del establecimiento. No se deben olvidar otros valores fundamentales a la hora de decidir, tales como la propia identidad corporativa de la empresa en cuanto a imagen, atributos, marketing, etc.

Para tomar la decisión final, el candidato a unirse a una franquicia debe realizar un estudio de mercado. Esto le permite conocer aspectos claves a la hora de elegir una opción u otra, desde el entorno o ubicación geográfica  hasta los proveedores, clientes y competencia. Así el futuro franquiciado podrá prever amenazas y debilidades del proyecto. Este estudio proporciona, también, un plan detallado de la empresa, clave para solicitar financiación.

Más allá de tener en cuenta todas las recomendaciones analizadas anteriormente, no se debe olvidar lo más importante: la pasión y el interés por el sector en que se va a desarrollar la trayectoria profesional. Son muchas las horas que se dedican al ámbito laboral, por lo que es imprescindible que constituyan una herramienta de realización personal.