Para crecer hay que invertir

La decisión de un empresario de convertir su modelo de negocio en una franquicia llega cuando el futuro franquiciado se pregunta: ¿crezco o me quedo como estoy?

Marzo de 2016. En muchos casos, esta opción está vinculada al planteamiento de los negocios desde su nacimiento. Probablemente algún cliente o proveedor te pregunte, ¿este negocio es una franquicia? Entonces se enciende la bombilla y piensas, ¿por qué no?

Comenzar a montar un modelo de expansión conlleva varias etapas.

En primer lugar, hay que realizar un análisis del planteamiento de partida: qué hacemos y qué queremos hacer y qué hacemos diferente con respecto a la competencia. A partir de ahí, si el resultado de este análisis lo hace viable, desarrollaremos un Plan Estratégico de Franquicia, que no es más que establecer las líneas de trabajo relacionadas con la distintas documentación: Manual de Franquicia; contratos y precontrato; Manual de Operaciones; Manual de Comunicación; Proyecto de viabilidad de la Franquicia y aquellos elementos que se quieran aportar para ser diferentes.

A su vez, necesitamos adaptar nuestra empresa y amoldarnos a este posible crecimiento. Es como si a nuestra mesa se sentaran a comer más comensales que los habituales. Los departamentos de la empresa se sobredimensionan ya que sus funciones y tareas también crecen.

Una vez tengamos preparada la maquinaria de salida, se elabora un Plan Estratégico de Expansión en el que plantearemos: perfil de franquiciado, Planteamiento del modelo, Plan de marketing y Publicidad y gestión comercial de interesados. Desde Tf consulting recomendamos tener a una persona como responsable de expansión para focalizar los esfuerzos y conocer bien el planteamiento del modelo.

El Proyecto de Franquicia y el Plan de Expansión forman parte del éxito de la Franquicia pero no lo garantiza, sino que contribuye  a garantizar una expansión con una base sólida de crecimiento. 

Marta Gónzalez, directora ejecutiva de Topfranquicias.