En 1983 fue cuando el innovador proyecto de la Sirena empieza a funcionar de la mano de dos amigos, Ramona Solé y Josep Mª Cernuda. Ambas familias tienen experiencia en el mundo de los congelados. Teniendo en cuenta el mercado y las cambiantes condiciones socioculturales tuvieron la gran idea de negocio: el autoservicio de productos congelados. El granel ganaba terreno.
Los valores que marcan la estrategia de la compañía son: garantizar productos de la más alta calidad, ofrecer un servicio excepcional en tienda y una constante innovación diferencial de productos. El amplio surtido cubre todas las necesidades de los consumidores a un precio competitivo, basado en aportar valor al cliente a cambio de precios bajos.